artículos¿Vender la empresa familiar es un fracaso?

Uno de los temas que percibimos cuando trabajamos con los miembros de las empresas familiares es que cuando se pone sobre la mesa la posibilidad de su venta, en muchos casos se considera esta opción como un fracaso. Ahora bien, esto no es necesariamente así.

Lo que busca la empresa familiar es trascender a lo largo del tiempo. Es decir, que la misma vaya pasando de una generación a otra. Pero esto no es siempre posible por una serie de factores. Entonces, una posibilidad cierta, real y concreta es la de vender una empresa familiar cuando la misma ya no es viable dentro de la familia.

Dos pueden ser los motivos fundamentales que hagan pensar en la venta. El primero, que no exista dentro de la familia alguien que desee continuar con la empresa.

El segundo, que la relación familiar esté muy deteriorada como consecuencia de las desavenencias que surgen en la empresa.

La empresa familiar habitualmente se inicia con mucho esfuerzo y pocos recursos económicos, pero con el paso del tiempo y fundamentalmente con el esfuerzo de los miembros de la familia, la misma podría tener un buen valor de venta. De ocurrir esta circunstancia, la venta no sería necesariamente un fracaso sino todo lo contrario.

En efecto, la venta podría generar ingresos a la familia que permitirían a la generación mayor contar con recursos para su bienestar en la adultez y a la generación menor, desarrollar proyectos en forma personal o con su familia más pequeña.

Si la empresa genera problemas de relacionamiento en la familia, al dejar de existir la primera, los inconvenientes podrían ir disminuyendo e ir desapareciendo con el transcurrir del tiempo.

La idea que deseamos transmitir no es que la venta de la empresa familiar es el único camino a seguir, sino que en determinadas circunstancias es una opción que puede ser analizada y que, de tomarse la decisión de vender, la misma no significará necesariamente un fracaso.

En el caso que se resuelve vender la empresa, el primer paso es la valuación de la misma de modo a poder determinar el precio de venta. En cuanto al método para la valuación, existen varios, entre los que, a modo ilustrativo, podemos mencionar el “método de flujo de fondos descontados” y el “método patrimonial real”. Es importante que la familia acuerde cual será el método a ser utilizado a fin de evitar que esto dé lugar a diferencias de opinión. Igualmente, es deseable que quien se encargue la valuación de la empresa tenga experiencia en la valuación de empresas familiares específicamente, debido a las particularidades de ésta.

Una vez definido el precio de venta, debe designarse a quien ejercerá la representación de los accionistas para las negociaciones correspondientes y éstos deberán proveer al mismo de las instrucciones correspondiente, por escrito. Es conveniente contar con el acompañamiento de profesionales especializados en aspectos contables, impositivos, jurídicos y de alguna otra área conforme al tipo de empresa.

Finalmente, es importante establecer los tiempos para las negociaciones de modo que las mismas no se extiendan de manera indebida.

Marcelo Codas Frontanilla

marcelo@estudiocodas.com

Twitter: @CodasMarcelo

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