En el asesoramiento tanto a inversores como a emprendedores, percibimos que sería muy interesante que ambos pudiesen estar mas cerca de modo a poder realizar buenos negocios que redunden en beneficio de las dos partes.
El emprendedor es alguien que ve oportunidades en donde otros solo ven problemas y empieza de cero un emprendimiento ofreciendo bienes o servicios que son de necesidad de los clientes.
Ahora bien, en muchos casos la posibilidad de crecimiento del negocio se ve afectada por la falta de capital o las altas tasa de interés y plazos cortos, lo que hace que muchos buenos emprendimientos terminen al poco tiempo o que permanezcan con un crecimiento muy bajo.
Por otro lado, está el inversor que es una persona que tiene un flujo de dinero importante que necesita colocar de la mejor manera posible y muchas veces se siente frustrado porque el rendimiento de su dinero no es el que el mismo desea.
Como se ve por un lado tenemos al emprendedor que requiere contar con recursos de repago a mediano y largo plazo, con una tasa de interés que le permita el giro de su negocio y por otro lado a los inversores que desean dar mayo rentabilidad a sus inversiones.
Esta situación es pues una magnifica oportunidad para que ambos se unan. Ahora bien, conforme a la experiencia, existe una distancia y ciertos temores entre los inversores y los emprendedores.
Desde los inversores, los mismos dudan que el emprendimiento sea lo suficientemente bueno como para ser exitoso al tiempo que muchos de ellos desean un retorno rápido de su inversión.
Desde los emprendedores, los mismos no ven necesariamente al inversor como un aliado sino como alguien que desea obtener un provecho de ellos.
Entendemos que la situación descripta puede superarse por medio del diálogo y del establecimiento de condiciones claras por medio de un documento que de seguridad y tranquilidad a ambas y que permita llevar adelante un emprendimiento exitoso.
Marcelo Codas Frontanilla
marcelo@estudiocodas.com
Twitter: @CodasMarcelo